Translate

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Il ne faut pas m’en vouloir, il y a des moments où je n’ai aucune envie d’être heureuse. (No se me debe culpar, hay momentos en los que no tengo ninguna gana de ser feliz).
Clair de Femme (1979, Dir. Costa Gavras)

Volando a San Salvador, 9 de Diciembre de 2012

El director griego Costa Gavras, de quien tengo pendiente hacer uno de mis ciclos porque lo merece, recupera en Clair de Femme (1979) la química del dúo Montand-Schneider que antaño explotara Claude Sautet para adaptar la novela homónima de Romain Gary. 


Constantinos Gavras

Es una de esas películas que analiza la soledad del ser humano ante un duelo y de la desesperanza ante la pérdida de un ser querido, la soledad de ella que ha perdido unos meses antes a su hijo en un accidente de tráfico y que se nutre de los recuerdos para dar un sentido a la vida, porque mientras ella lo recuerde, los que han muerto no habrán aún desaparecido, y la soledad de él que huye de su renuncia a su mujer tan solo unas horas antes, de la amputación de si mismo porque no se explica sin ella ya que ella leera dependiente y del miedo oculto a que quizás pueda incluso superarlo, en una vida que lo encorseta, que lo asfixia, que le deja solo una salida, la de buscar a su mujer en la primera extraña que se encuentre. 


Sin ser tan extremadamente “touchante” como lo pretende el director, y sin tener esa magia de otras películas que he descrito, tienen momentos muy sinceros y otros de una crudeza demoledora, siempre acompañados por el placer que supone observar a estos dos actores con un grado de madurez personal e interpretativa que en este caso da mucho encaje a la película; además está rodada en París, que si puede valer una misa, también puede valer ver esta película. 

No conozco demasiado a Costa Gavras, pero tiene esta películas aspiraciones de ser algo más… para mi gusto se queda corto de profundidad precisamente porque se pasa, de eso y de francesa, pero tiene frases y reflexiones que me han encantado porque hay que reconocerlo, son muy buenas, y que quiero compartir ahora que mis pies sobrevuelan el atlántico rumbo a Centroamérica.


La felicidad en pasado

Hay un momento en el que él entra en su casa por primera vez y la pregunta:

Momento en el que chocan y se produce el encuentro.
Este hecho se retoma en el apartado de La Fuga

YM: - Vous n’avez pas de chien? Non, non, rassurez vous, ce n’est pas une candidature. (No tiene perro? No, no, tranquila, no es una proposición.)

RS: - Heureusement, je ne saurais pas où vous mettre, vous prendriez trop de place. (Afortunadamente, no sabría donde ponerlo, ocuparía demasiado sitio).Ella lo dice con una amplia sonrisa, con esa franqueza que caracteriza a la actriz austriaca, y entonces él la contesta:

YM: - Quand vous souriez, on voit que vous avez été longtemps heureuse. (Cuando sonríe se ve que ha sido feliz durante mucho tiempo)


Esta reflexión es maravillosa; supongo que pocos hombres han podido observar eso en la sonrisa de una mujer, pero los que hemos podido siempre hemos quedado atrapados por esa imagen tan natural, tan desnuda, del ser humano que guarda en cautiverio secretos como este. La tragicomedia surge porque para ser capaz de observarlo se ha de haber subido y caído del cielo, solo alguien que ha sido feliz en pasado es capaz de reconocer a uno de sus semejantes, de ahí que el personaje de Montand reconozca en esa sonrisa todo lo que hay detrás. La frase y el momento que capta la cámara son de lo mejor de la película, con la mirada perdida posterior de ella al recordar que si, que en efecto lo fue, y la rotundidad de la sentencia que supone saber que ese tiempo nunca podrá volver.


El pecado original

La película es un constante pulso entre la lucidez del presente y la idealización del pasado, donde cada uno lucha con sus circunstancias frente a si mismo y esa expulsión del paraíso fruto de su particular pecado que lo atormenta. Llega un momento en el que ella le dice una frase tan demoledora que no creo que pueda ni comentarla, quien no la haya afrontado en esta vida o es un privilegiado -de éstos hay pocos- o es un conformista ignorante adicto al “ojos que no ven…” aunque morirá bien negándolo bien desconociéndolo, y a partir de esta frase por primera vez se impone la soledad de ella frente a la de él:

La película tiene dos apariciones fugaces de actores que
con el tiempo darán mucho que hablar... aquí se ve a un
reconocible Roberto Benigni haciendo de Barman italiano
y en otra escena apenas si se reconoce a Jean Reno que
interpreta a un policía. Por cierto, el nombre verdadero de
Jean Reno es Juan Moreno quien tiene ascendencia española.


RS: - J’aime un homme que je n’aime plus. J’essaie donc de l’aimer encore plus fort. Je vais vous faire voir ça de plus près. (Amo a un hombre que ya no amo. Así que intento amarlo más fuerte. Le voy a enseñar esto desde más cerca)

YM: - Je n’en demande pas tant. (No pido tanto)

RS: - Ça m’est égal ce que vous demandez ou ne demandez pas, il s’agit de moi maintenant. La fin du monde n’est pas seulement chez vous. Je vais vous présenter à mon mari. (Me da igual lo que pida o no pida, se trata de mi ahora. El fin del mundo no es solamente en usted. Le voy a presentar a mi marido)

YM: - Je n’ai aucune envie d’entrer dans ces détails. (No tengo gana alguna de entrar en esos detalles)

RS: - Ça va ami. Je vais vous montrer comment c’est chez les autres. Vous vous sentirez moins unique. (Tranquilo amigo, le voy a mostrar como es en casa ajena. Se sentirá menos único)

¿Porqué será tan difícil asumir que no somos tan especiales para nadie como para nosotros mismos? ¿Será por ese miedo a desaparecer, por el miedo a la muerte, que necesitamos creérnoslo?


La unicidad de la entrega

Es la entrega pregunta… como dijo alguien hace mucho tiempo a un amigo de la escuela… « Si hace poco decías que Xxxx era la mujer de tu vida, esta mujer quien es? ». El amor eterno y permanente es algo que todos o casi todos deseamos, encontrar un alma gemela que nos llene y que nos guie en el puente de la vida, y entonces surge la duda, porque si somos capaces de creernos un país, una nación, un equipo, una raza, una religión, y hasta una marca de pantalones, ¿porqué no creernos que hemos encontrado al alma gemela y autoconvencernos de ello? Como asumir que aquella a quien nos hemos dado es especial en parte precisamente por eso, que una unión no es ni más ni menos que un cruce de caminos en el que nos subimos al mismo coche y en otro en el que nos bajamos, sin destinos, que lo que elegimos tan pronto como lo cogemos lo soltamos, y que muchas veces es más un asunto de cabezonería, de egoísmo, de intereses comunes y de búsqueda de la eternidad que de otra cosa.

La fiesta de cumpleaños del marido de ella es totalmente surrrealista,
especialmente por la madre, un guiño evidente a Buñuel
RS: - Ça veut dire qu’il n’y aura jamais personne d’autre. Ça sera toujours elle. […] Vous lui avez tout donné Michel, il ne reste rien pour une autre. […] Je ne partirai pas aussi loin avec toi Michel. Il y a chez toi une telle ferveur d’aimer une femme, c’est trop bon, pars seul, je t’attendrai et on verra, pour l’instant tu n’es pas toi, tu es elle. (Eso quiere decir que no habrá nunca nadie más. Siempre será ella. […] Le has dado todo Michel, no queda nada para ninguna otra. […] No partiré contigo Michel. Hay en ti un fervor de amar a una mujer, es demasiado bueno, parte solo, te esperaré y veremos, por ahora tú no eres tú, eres ella).

YM: - Tu fais des contes, Lydia. Je te propose une aventure où seule la prudence risque de nous perdre (Te inventas cuentos –o también se puede traducir como “echas cuentas”-, Lydia, te propongo una aventura en la que solo la prudencia nos puede perder).


El problema es que los intereses muchas veces carecen de unicidad. Por ejemplo en la película hay un momento que ella le dice lo siguiente:

RS: - Le rôle de la femme consiste selon vous d’aider l’homme à survivre; je n’ai pas la vocation. (El papel de la mujer consiste según usted en ayudar al hombre a sobrevivir; yo no tengo esa vocación)
YM: - Pourtant vous êtes là. (Y sin embargo está aquí)

Si, se está, porque siempre hay uno que quiere más que el otro, siempre hay uno que quiere más y uno que se deja querer más. Yo muchas veces he pensado qué rol tomaba pero nunca lo he sabido observar, porque desde dentro y en presente es casi imposible saberlo, y muchas veces el tiempo te desvela secretos y te pone en un sitio que no te esperabas demostrándote que cualquier conjetura hoy puede valer muy poco mañana.


La fuga

El concepto de fuga también es muy recurrente en la película. Aquí no hay conejo, son dos Alicias que buscando su camino miraban a otro lado y al avanzar se chocan, caen al suelo, y se ayudan como pueden a levantarse, pero que una vez de pie no saben muy bien qué hacer, de ahí que él quiera avanzar sin pensar a donde y ella quiera primero pensar a donde para luego avanzar, y nuevamente llegan al mismo punto de partida, vuelven a estar solos aunque acompañados.

En casa de su marido, Romy Schneider es capaz de
mostrar la lucha interna que conforma el leikmotiv de su día a día





RS: - Je me demande si je ne prolonge pas pour faire du souvenir une raison de vivre. Autrement je ne saurais pas ce que je ferais là. Des témoins ont vu mon mari perdre le contrôle de sa voiture. (Me pregunto si no prolongo para hacer del recuerdo una razón de vivir. De otro modo no sabría lo que hago aquí. Unos testigos han visto a mi marido perder el control de su coche).
YM: - Il y roulait vite? (¿Conducía deprisa?).
RS: - Non, il avait même mis la petite sur le siège arrière. Peut-être était–ce déjà fini avant, lui et moi, et qu’il me faut cette excuse pour lui en vouloir. (No, incluso había puesto a la pequeña en el asiento trasero. Quizás estaba ya se había acabado todo antes, entre el y yo, y que me hace falta esta excusa para culparlo).
YM: - Dans ces cas là il faut partir loin. (En casos así hay que partir lejos).
RS: - Caracas?
YM: - Caracas…
RS: - C’est vraiment trop loin et, comme vous disiez tout à l’heure au café, il faudrait revenir. (Realmente es muy lejos y, como decías hace un rato durante el café, habría que volver).


Es verdad. El problema no es la fuga, el problema es el regreso. Lo peor nunca fue la reina de corazones, es el despertar, pero eso solo lo sabrá Alicia cuando esa primera noche apague las luces de su cuarto y se meta en la cama, sola con sus recuerdos.


Corolario

Montand en la película cita un verso -sin decir de quien- que resume magistralmente toda la esencia de la película y quizás toda la esencia de esta existencia que llevamos, con él me despido, no se puede decir nada más ni mejor:


“Un seul être vous manque et tout est dépeuplé”
L’Isolement, Alphonse de Lamartine

(“Un solo ser te falta y todo está despoblado“; El Aislamiento)

Romy Schneider