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jueves, 11 de octubre de 2012

"Innocent? Innocent of what?" (¿Inocente? ¿Inocente de qué?)
Unforgiven, 1992, Dir. Clint Eastwood

San Salvador, Lunes 24 de Septiembre de 2012 

Hoy hace 20 años que se estrenaba Sin Perdón en España. Por aquel entonces no me gustaban los western los cuales yo asociaba con ritos propios de generaciones anteriores como mi padre o mi abuelo, quien se solía acompañar de unos libros de bajo coste de novelas de vaqueros, reclamo de lectores que no se interesaban por la forma ni la trascendencia del contenido sino por la acción de los protagonistas, que no deja de ser lo mismo que hago yo cada noche cuando veo una de mis series televisivas, tan mediocre y vergonzosamente entretenidas.

Sin embargo si recuerdo que empecé a amar el western a raíz de la interpretación más romántica y europea del mismo, la famosa Trilogía del Dólar de Sergio Leone, que si bien no puede abstraerse del spaguetti-western de los 60, no deja de ser una injusticia dado el bajo perfil de estas películas especialmente en los 70. Esta trilogía catapultó a la fama a un joven Eastwood que en la década anterior había participado en diversas películas pero no había pasado de papeles discretos en televisión y la gran pantalla, y con más fama por su buen semblante que por sus actuaciones en si… Pero llegó Don Sergio y lo encumbró como un actor de primera línea. Algún día hablaremos de estas tres joyas del cine, pero lo importante es que esa fama permitió a Eastwood hacerse un nombre en Hollywood y años después iniciar una carrera como Director plagada de éxitos entre los que brilla con luz propia esta desgarradora película.


Escena de Unforgiven
Hoy, aquejado por un dolor en lo más profundo de mi pecho quiero rescatar un diálogo que ya es Historia viva del cine. El sheriff Little Bill (Gene Hackman) apalea y echa a la calle a Munny (Clint Eastwood), un anciano y viudo pistolero que fue un asesino a sueldo, pero que ya en el ocaso de su vida apenas si puede  mantener a sus hijos, y que acepta el encargo de vengar a una prostituta a la que han desfigurado. En esos momentos, cuando en el interior te revuelves entre el odio y la compasión, escuchas como una prostituta le planta cara al sheriff…

- You just kicked the shit out of an innocent man. (Acabas de echar a patadas a un hombre inocente)
- Innocent? Innocent of what? (¿Inocente? ¿Inocente de qué?)

Esa frase tan delatora que nos define, que nos muestra el camino en el cual deambulamos a oscuras, arrastrando nuestros crímenes más allá de arrepentimientos, cambios de conducta, renovaciones espirituales o simplemente pasos de páginas, que nos retratan tanto como nuestros aciertos o actos de grandeza. Esa frase es en si una lápida, que a quien no taladre oírla es porque nunca se atrevió a vivir. Esa frase nos revela la verdad aplastante de que todos somos culpables de algo, de acción u omisión, y quien no sea consciente de ello, morirá sin haber vivido.

Hay otra frase en esta película que trasciende lo estrictamente hermoso y se instala en lo neurálgicamente obsceno para no desaparecer: It's a hell of a thing killing a man. You take away all he's got and all he's ever going to have(Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene, y todo lo que podría tener).

Otro día parafrasearemos a Esquilo, pero hoy nos quedamos aquí. Día neonato de incertidumbre, soledad descafeinada por ser un día casi como cualquier otro en lo superficial, y sin embargo, tan dolorosamente absurdo en lo profundo.



  

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